jueves, 18 de noviembre de 2010

gestion democratica del riesgo social y cultural

La gestión del poder, sea cual sea el régimen, necesariamente pasa por el manejo de los recursos económicos. Es parte de una ecuación aparentemente sencilla: si controlas los flujos de recursos, la información y las fuerzas armadas, tienes el poder a tu favor.
Riesgo social y cultural... pues a riesgo de que algún apóstol de la democracia me quiera crucificar, la democracia adolece de un defecto pequeñito, pero tan elemental que la puede tumbar fácilmente: la sociedad no es una masa sólidamente educada, culta y capaz de tomar decisiones informadas (que era el ideal que tenían los ilustrados franceses a fines del siglo XVIII); por el contrario, la sociedad en general tiene mucho de manipulable y prejuiciosa, y la gente realmente informada es más una excepción que una regla.
Por otro lado, no se puede consultar a todos sobre todo. Es sencillamente imposible por cuestiones de logística, y de la complejidad que adquieren la sociedad y el Estado (así, en su connotación completa y no la que le conviene al gobierno) con el solo crecimiento de la población, los intereses sectarios y las relaciones con otros países. Tal vez la única manera de tener una democracia auténtica sería el que volviéramos a las ciudades-estado. Pero esa etapa se sobrepasó hace tiempo.
Se puede argumentar que las herramientas del Internet pueden ser un instrumento de la democracia, y tal vez sí. Pero una cosa es que aparezca la encuestita en línea y otra que sus resultados realmente se reflejen en acciones concretas, además que la propia manera de realizar las encuestas y consultas puede manipular los resultados.
Otro problema es el hecho de que por mucho que se nos consulte para tomar decisiones de gobierno, no todo mundo va a estar haciendo diplomacia, legislación, procuración de justicia, etc., simplemente porque todos tenemos una ocupación con la cual nos ganamos la vida. Eso significa delegar en ciertos grupos las responsabilidades del gobierno, y, por lo tanto, la existencia de una élite que maneja el rumbo nacional.
Con todo, hay mucho de rescatable en la idea de democracia. Por lo menos se trata de tender a la tolerancia y al respeto a los derechos humanos, y la prefiero a una dictadura militar. Aunque no hay que olvidar la fina ironía de Voltaire: "que viva el libre pensamiento... y muera el que no piense como yo".
Paz, conocimiento y buena fortuna.

4 comentarios:

  1. buenaa informacion yerii...
    muuy complettaa

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  2. LA INFORMACION SE EXPLICA SOLITA
    ESTA MUY COMPLETA PERO Y LAS IMAGENES
    TE FALLAN NO LES AS PUESTO IMAGENES A LOS TEMAS...
    BAY NO ME CUELGUES POR EL COMENTARIO...:)

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